Oxkutzcab (Leyendas)

Turismo

Oxkutzcab, su nombre en maya yucateco significa “Lugar tres veces fundado” o también “lugar del ramón (óox), tabaco (k’utz) y la miel (cab)“. Oxkutzcab tiene una historia que se remonta a las épocas precolombinas, a la caída del señorío maya de Mayapán, se convirtió en capital de un señorío regional gobernado por la familia de los Tutul Xiu. En 1550 los españoles fundaron la actual población, alrededor de una misión atendida por sacerdotes franciscanos. ¿Pero de dónde se origina el nombre de Oxkutzcab?

Mucho antes de que se asentara oficialmente el poblado de Oxkutzcab, jóvenes españoles eran atraídos por las promesas de obtener una fortuna y tierras en la Nueva España, uno de ellos, con apenas unos 17 años, había terminado por diferentes circunstancias, llegando a lo que actualmente corresponde a la cabecera del municipio de Oxkutzcab.

Sin dinero y sumamente cansado de ir de un lugar a otro, había decidido hacer todo lo posible para asentarse ahí. La buena suerte quiso que enseguida encontrara trabajo como capataz en una Hacienda Henequenera de los alrededores. Rápidamente se volvió un experto en su trabajo, y a diferencia de muchos otros de sus compañeros de oficio, no tenía que recurrir a la violencia para hacerse escuchar y obedecer por los trabajadores mayas, de hecho se había ganado su respeto, confianza y en algunos casos admiración y amistad por parte de algunos de ellos. A cambio le enseñaron el lenguaje maya y muchos aspectos de su cultura, por la cual este joven español sentía mucha atracción.

Cierta vez, durante un paseo por los montes del poblado, se encontró con un anciano maya tirado bocabajo bajo un árbol, parecía cansado y apunto de morir. El joven no dudo en acercarse a prestarle auxilio, lo puso boca arriba, le dio de beber agua, y ya algo recuperado de fuerzas el anciano el joven lo subió a su caballo, le puso su sombrero y regresaron al poblado. El anciano le indico donde se encontraba su casa, por lo que el joven lo llevo hasta ella, ahí el anciano le comentó que era descendiente del antiguo linaje de los Tutul Xiu, que por el momento no tenía nada para recompensarle su ayuda, pero que si algún día necesitaba de una mano amiga, no dudara en acudir con él.

Un día, el Dueño de la Hacienda, bastante interesado, mandó a llamar al joven a su oficina, una vez adentro y solos los dos, el dueño le preguntó abiertamente cuales eran sus planes, el joven no se había puesto a pensar en ello, se encontraba tan cómodo en su vida que no se dio cuenta que un año paso desde que entró a trabajar.

-Francamente, no tengo nada planeado Patrón, si usted me lo permite quisiera quedarme a su servicio todo el tiempo que sea posible-. -Por mi esta bien- dijo el Dueño, -Pero siento que alguien con tus capacidades puede tener un mejor futuro que ser un simple capataz, verás, a mi hija le interesas, si tu lo deseas, puedo considerarte como un pretendiente para ella, y al ser mi única hija, pasarías a ser parte de mi familia y futuro heredero de todas mis propiedades, si te interesa solo tengo una condición para asegurarme de que seas el idóneo-.

-¡Claro que si Patrón!, ¿cuál es la condición?- dijo el joven sumamente emocionado, -Únicamente necesitas pasar una prueba, aunque la Hacienda es prospera no le veo mucho de futuro, por lo que si deseas heredarla tienes que conseguir lo siguiente: algo bueno para los animales de la Hacienda, un producto que nos de más ganancias que la fibra de Henequén, y un producto comestible y que se venda bien entre las personas. Tienes una semana para conseguir estas cosas, en caso de fallar haremos de cuenta que esta platica nunca ocurrió y seguirás en tu puesto de Capataz si lo deseas-. sentenció el dueño.

La emoción del principio se convirtió en tristeza, el joven no se sentía calificado para pasar esa prueba, sus pocos conocimientos y la ansiedad nublaron su mente, un rayo de esperanza cruzó por su cabeza, era claro que necesitaba a alguien más inteligente para ayudarle a pasar esta prueba, sin perder más tiempo acudió con aquel anciano que conocía y en el cual había depositado sus esperanzas. Por fortuna lo encontró en su casa y todavía estaba dispuesto a devolverle el favor, con atención y calma escuchó cada una de las palabras del joven. Al finalizar, el anciano le dio como respuesta que acudiera mañana a esa misma hora. Y así lo hizo el joven, el anciano lo recibió sonriente y le dio los siguientes objetos, -aquí tienes varios frutos del árbol de Ramón, siémbralos, y de sus hojas y frutos se pueden alimentar tanto animales como las personas, los jabalíes de la selva lo comen para crecer de manera inmensa, y entre los mayas era costumbre comer de sus frutos o convertirlos en masa para tortillas cuando la siembra de maíz escaseaba. Para levantar los beneficios de la Hacienda aquí tienes la planta de tabaco, tan deseada en Europa, y como comestible para las personas aquí tienes una pequeña caja de madera con un panal de abejas, su miel tiene propiedades curativas además de ser un alimento muy benéfico.

Muy agradecido, e ilusionado de poder cumplir con la condición, el joven regreso a la Hacienda, el Dueño quedó encantando con lo que había traído. Dio la orden de sembrar Ramón y tabaco en las tierras de su Hacienda, así como dedicar parte de ellas a la crianza de abejas para la producción de miel, el joven, ya como segundo al mando en la Hacienda, puso al anciano a cargo del manejo de los paneles por su experiencia.

Y así, la Hacienda se volvió prospera, el joven se casó con la hija, y sumamente agradecido con el anciano, siempre lo mantuvo a su lado como consejero. Con el tiempo otras Hacienda irían imitándoles, el incluso sembrando otras cosas para aprovechar el nuevo auge comercial que tenía el poblado.

Actualmente a Oxkutzcab se le conoce en varios lugares de Yucatán como “La huerta del estado”, debido a que se cosecha naranja dulce y agria, mandarina, toronja, zapote, aguacate, mango, papaya, mamey, huayas, saramuyos y ciruelas, en abundancia.

*Relato escrito por nuestra colaboradora Antgirl para Shark Canal. Aclaración del autor: “aunque esta no es el relato oficial del nombre de Oxkutzcab, decidí crear este relato imaginando las circunstancias que originaron la enorme producción agrícola que tiene, al respecto del nombre únicamente encontré la siguiente información -cuentan los ancianos de la población que el nombre original fue Ooxputcaj, cuyo significado en maya es oox: tres, put: llevar, traer o cargar, caj: pueblo; es decir pueblo tres veces acarreado o fundado o que ha ido al éxodo tres veces. Lo anterior es consistente con el hecho de que Oxkutzcab se fundó en el área conocido como San Juan, posteriormente se trasladó al Barrio de San Antonio y por último la población fue llevada a lo que hoy es el centro- por lo que al final quise darle un aire de leyenda a mi relato”.